23 d’octubre 2007

PEQUEÑOS ADIOSES

Desde que tomó la decisión de irse, las cosas de cada día huelen a añoranza. Aquella mirada perdida, ausente, ha dejado paso a unos ojos que perciben un mundo de pequeños detalles que ella interpreta como regalos minúsculos que su rutina le va ofreciendo para despedirse, consciente que en breve ella pasará a formar parte de su archivo de recuerdos mal ordenados...



Él se lleva un hatillo lleno de sentimientos indefinidos –ilusión, tristeza y mucha esperanza- y muchos momentos que no quiere que se pierdan en el tiempo.



No sabe ni como ni por qué, pero dentro de esa olor de añoranza, ha descubierto, escondida, la esencia de la libertad.



Que el pequeño adiós a la conductora de la EMT no signifique ningún tipo de adiós a los que nos quedamos en el autobús mientras te bajas de parada...



BSO de Pequeños adioses: "Comment te dire adieu" de Françoise Hardy.

Y no, no hay imagen del día....
es muy complicado fotografiar los adioses....

9 comentaris:

Anònim ha dit...

Le echaremos de menos.

Anònim ha dit...

Llevo varios días que se están paseando por delante de mis ojos tantas escenas vividas! Pasa una mujer ambigua que trae el menú del día de los Cocos, unas cartas cutres que había que cambiar para virar la suerte, un aroma a patxaranes con hielo, unas visitas por el zulo...que ya ni siquiera existe.
También recuerdo cuando descubrí tu apellido y no me atrevía a preguntarte si eras uno de los famosos hermanos de Rosario!

Dicen que no hay que estar triste por haber perdido, sino que hay que alegrarse por haber tenido. Pero aunque soy poco o nada aficionada a las sevillanas, hoy sí tiro de una de ellas, porque algo se me está muriendo en el alma, porque un amigo se va.

Nos dejas un gran vacío, ya nada será lo mismo, tu recuerdo en mi sofá y el tiempo que se va...
Pero siempre nos quedará Baines!

Anònim ha dit...

Como ya sabéis, me bajo del autobús, no sólo por el conductor, si no porque el nuevo medio de transporte parece ofrecer cosas muy interesantes. No os podéis ni imaginar la tristeza que me da pensar en algunos de los viajeros que se quedan en el Zoo Bus. Yo tb recordaré los patxaranes, las cheer leaders del mus, las conversaciones sin tapujos, los trucanatos, el escote, las piernas... Pues que me alegro un montón de haber pasado por aquí sólo por lo que me llevo en recuerdos. Imagino que allí no será ni parecido. Pues que un besote muy grande a las dos y no dejemos que el espíritu del Liza se evapore

República B612 ha dit...

"Es muy complicado fotografiar los adioses"!!!!!!!!!!! (gran frase) Només hi ha una cosa més complicada que fotografiar-los, viure'ls. Segur que saps de què parlo.

nimue ha dit...

buuuuuf! els adéus.... jo mai em faig a la idea...

Anònim ha dit...

De vegades n�hi ha que dir adeu sense adeus la vida no tindr�a sentit.
Quin plaer poder escriure Valenci� (o com vullgue dirli���) a un blog. Petonets.

Lazarillo en América ha dit...

La vida pasa y pesa i al cap i a la fi sobrevivim... Ànim!!

Anònim ha dit...

Hola!!! He leido en Lucia-etxebarria.com un comentario que dejaste sobre el número de Sexologies en el que salía Adrià Collado. Estoy SUPER interesado en la revista pero es imposible encontrarla. Me conformaría con scans, en vez de la propia revista, pero es que me encantaría leer la entrevista y ver las fotos.

Todavia la tienes? Me harias un favor enorme!!!!

My email es: iwanex@hotmail.com

Anònim ha dit...

Otra vez retrocediendo por el blog, ya que no avanzo hay que moverse en alguna dirección... nunca quedarse quieto.
Aunque me siento como un juguete roto al que por mucho que lo empujes no se mueve.

Yo también me voy, cojo el puente aéreo. Mantenía cierta ilusión de volver la vista a atrás, incluso de, simplemente, volver... pero las ilusiones se evaporan como las pequeñas gotas en verano. No, ya no es verano, y el frío hiela el cuerpo... y el alma cuando está sola.
Y me voy de una ciudad que nunca me ha querido para ir a otra con la pequeña ilusión de que me quiera un poco... o solo un poquito. No quiero hacerme grandes ilusiones porque luego me sepultan las decepciones.
Me enredaré con las telarañas que cuelgan en sus parques, y me perderé por calles que quiero conocer. Necesito amar, aunque sea a una ciudad.
Que triste es tener tanto amor y que nadie lo quiera.

Nada se mueve, pero todo se remueve... por dentro.